En el día de ayer, Estados Unidos y Japón firmaron una lista significativa de acuerdos en materia de defensa que promete mejorar los sistemas de mando y control, forman un consejo industrial para el desarrollo de armamento, conexión de la red de los sistema de defensa antimisiles con los de Australia, entre otras tópicos.
Estos acuerdos, que han sido señalados cómo un paso fundamental entre ambos estados, en donde por primera vez también Estados Unidos se ajustará a la estructura de fuerzas en Japón para trabajar de manera eficiente con las fuerzas de defensa de Tokio.
“Se trata de restaurar la estabilidad en la región, y creo que tenemos posibilidades de conseguirlo”, dijo Biden en una rueda de prensa el miércoles con el primer ministro japonés, Fumio Kishida, en la Rosaleda de la Casa Blanca.
Japón en los últimos años, ha duplicado el límite del gasto en defensa, que ha pasado del 1% al 2%, porcentaje que prevé gastar en 2027. También ha revisado por completo su estrategia de seguridad nacional, ha eliminado los límites a las exportaciones de defensa y ha adquirido armas, como el misil Tomahawk, que le permiten contraatacar en caso de ataque.
Muchos de estos cambios alteraron la política de defensa japonesa que había estado en vigor desde después de la Segunda Guerra Mundial, cuando Japón se desmilitariza y adoptó una constitución pacifista. Tras décadas de mantener esta postura, expertos y analistas afirmaron y señalan a China cómo la causante de que Japón opte por tomar cartas en el asunto e implemente una nueva postura de defensa.
En declaraciones a la prensa antes del evento, altos funcionarios de la administración dijeron que los nuevos acuerdos no entrarán en vigor hasta dentro de unos meses.
Por último parte de esta nuevo giro se ha demostrado a principios de semana, en donde Australia, Reino Unido y Estados Unidos afirmaron que Japón y otros países podrían unirse más adelante a una parte del pacto de defensa AUKUS, un acuerdo para compartir submarinos de propulsión nuclear y otras tecnologías de defensa. No obstante, Biden y Kishida se reunirán también esta semana con Ferdinand Marcos, presidente de Filipinas, en la primera cumbre trilateral de los tres países enfrentados de esta manera a China y sus reclamos de soberanía.
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