La Armada Argentina inició el proceso de desprogramación del Destructor ARA “Heroína” (D-12). De acuerdo a fuentes consultadas por Zona Militar, la unidad será pasada a situación de retiro, para servir como fuente de repuesto al resto de destructores MEKO 360.
Botado el 17 de febrero de 1982, el destructor Heroína se incorporó a la entonces Segunda División de Destructores el 21 de diciembre de 1983. Su vida operativa se vio trunca desde julio de 2008, cuando una de sus hélices impactó con una ballena en las proximidades del muelle Piedrabuena de la ciudad de Puerto Madryn, a la cual había visitado con motivo de conmemorar el Día de la Independencia.
El fuerte impacto significó la rotura de la denominada “rueda lenta”. Se trata de un componente crítico para la operación del buque, ya que se encarga de transmitir la potencia generada por las turbinas a las líneas de eje. La pieza, remitida para su reparación a su fabricante original David Brown Gear Systems Ltd., con sede en el Reino Unido, se vio afectada por el embargo a la venta de material bélico impuesto por dicho país tras la Guerra de Malvinas. Si bien hacia el año 2018 las mejoras en las relaciones diplomáticas entre ambos países hicieron que el Ministerio de Defensa retome las negociaciones para recuperar la rueda lenta, el alto costo a pagar por su guarda habría sido uno de los motivos que determinó desistir de su repatriación.
Con la baja de esta unidad, la Armada Argentina contará por los próximos años con los Destructores ARA “Almirante Brown” (D-10), ARA “La Argentina” (D-11) y ARA “Sarandí” (D-13), de los cual tan solo los últimos dos se encontrarían próximos a volver al servicio, como parte de los esfuerzos realizados de cara a la próxima visita del portaaviones USS George Washington.
Con cuatro décadas en sus cascos, los MEKO 360 continúan sin recibir una actualización significativa en sus sistemas de combate. Caracterizados por su novedoso sistema modular que permite cambios tecnológicos en armas y sistemas, sin afectar la operatividad (siendo esta capacidad la que da origen a su nombre, el cual proviene de MEhrzweck KOmbination “combinación multipropósito” en alemán), y sumada a la falta de disponibilidad de unidades en servicio (encontrándose en los últimos años únicamente operativo el ARA “Sarandí”, el horizonte de vida de estos destructores refleja la difícil situación por la que atraviesa la Armada.
Si bien existen proyectos para la actualización de sus sistemas, como la propuesta efectuada por la compañía turca Aselsan, la que incluiría algunas de las soluciones adoptadas en las fragatas MEKO 200TN / Barbaros operadas por la Armada de Turquía, o bien el proyecto de actualización de su radar de vigilancia aérea y de superficie a cargo de INVAP mediante la Contratación Directa Interadministrativa N° 38-0176-CDI22 para la provisión de un radar de barrido vertical electrónico (AESA), la premisa de que “se puede cambiar un cañón o un radar en cuestión de horas” con el objetivo de incrementar sus capacidades de combate nunca ocurrió, dejando a la flota de mar con sistemas desfasados a nivel regional, como son los misiles anti superficie Exocet MM-40 Block y los misiles antiaéreos Aspide.
Resulta imposible no trazar un paralelismo con lo ocurrido con el Destructor ARA “Santísima Trinidad”. Con una vida operativa significativamente menor (solamente 8 años) dejo de navegar para comenzar a servir como fuente de repuestos a su gemelo, el ARA “Hércules”. Luego de su radiación en 2004, uno de los buques que formo parte de la Operación Rosario el 2 de abril de 1982, termino tristemente hundido en la Base Naval Puerto Belgrano, tras sufrir una rotura en sus válvulas que provoco el ingreso de agua al casco.
*Créditos de las imágenes a quienes corresponda.-
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