Argentina está en conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) acerca de la posible estructura de un nuevo programa que proporcionaría recursos adicionales para agilizar la eliminación de los controles de capital, según un alto funcionario gubernamental.
El FMI está presionando al gobierno argentino para que permita una devaluación más rápida de su moneda mediante la aplicación de su “paridad móvil” y que mantenga las tasas de interés por encima de la inflación, que actualmente se sitúa en alrededor del 250%, informó el funcionario bajo condición de anonimato debido a la sensibilidad de las conversaciones. El presidente recién electo, Javier Milei, ha expresado el deseo de eliminar los controles de capital en el país, y obtener más financiamiento del FMI se presenta como la vía más rápida para lograrlo.
Milei enfrenta presiones apenas unos meses después de asumir la presidencia, con la economía en contracción y la inflación en aumento. Argentina ya tiene una deuda de aproximadamente 44.000 millones de dólares con el FMI, resultado de un programa anterior que se desvió de su curso.
Panorama incierto para la economía argentina
Funcionarios argentinos se reunieron recientemente con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, durante la reunión de ministros de finanzas del G-20 en Sao Paulo. Aunque Gita Gopinath, asesora principal de Georgieva, se reunió con Milei en Buenos Aires la semana pasada, negó en entrevistas con medios argentinos haber discutido sobre un nuevo programa.
Mientras se evalúa la implementación de un nuevo programa, Argentina se enfrenta a una posible recesión con una de las tasas de inflación más elevadas a nivel mundial. A pesar de contar con un amplio respaldo del FMI y la aprobación de inversores internacionales, Milei enfrenta resistencia local, especialmente de sindicatos y el Congreso, debido a los recortes de gastos agresivos que forman parte de su agenda.
Un nuevo programa representaría el vigésimo tercer acuerdo entre Argentina y el FMI, en una larga historia de acuerdos que no han logrado estabilizar la economía propensa a crisis del país. Milei heredó el actual programa del FMI de su predecesor Alberto Fernández, cuyo gobierno recurrentemente incumplía los objetivos establecidos en el plan, y a pesar de ello, el FMI aprobó exenciones y continuó desembolsando fondos.
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