En el complejo juego político español, Pedro Sánchez logró una hazaña aparentemente contradictoria: convocar elecciones anticipadas y, al mismo tiempo, asegurar su reelección. Este político astuto, señalado como un estratega consumado, desafió las expectativas y demostró ser un hábil navegante en las aguas turbulentas de la política ibérica.
Desde su renacer político después de ser destituido de su propio partido, Sánchez ha tejido una trama estratégica que le permitió superar las adversidades. Cuando convocó elecciones anticipadas, lo hizo con la precisión de quien no quiere que el Partido Popular capitalice su impulso tras las elecciones municipales. Buscaba cambiar la narrativa mediática, pasando de un auge del PP a las incertidumbres de unas elecciones anticipadas.
La estrategia funcionó, ya que Sánchez ha revalidado su presidencia con 179 diputados, más de los obtenidos en 2020. Aunque el Partido Popular y otros grupos se mantuvieron en oposición, la hábil negociación le permitió obtener el apoyo de una coalición diversa, asegurando su posición en el poder.
Para analizar los desafíos y oportunidades que se presentan para España a raíz de estos resultados, Ariana Castro, oriunda del país y especialista en política española, nos explica los principales puntos de lo que dejaron las elecciones en España.
Escenario Mundial: ¿Cómo logra Pedro Sánchez conseguir de vuelta la reelección?
Ariana Castro: Desde un primer momento hay que tener en cuenta que Pedro Sánchez es un animal político que tiene un sentido de la estrategia brutal. Es decir, te guste más o menos, comulgues más o menos con él a nivel ideológico. Pedro Sánchez es una estratega. Y lo ha demostrado en estos últimos años en los que ha estado gobernando, porque pasó de que lo echaran de su propio partido y de perder unas primarias a volver y ser presidente durante todos los años que lleva siéndolo, desde que le hizo la moción a censura a Rajoy, la primera moción de censura exitosa, digamos, en el de España. Entonces, Pedro se hizo una estratega.
Y cuando convocó a las elecciones anticipadas, lo hizo siendo consciente de que no podía permitir que el Partido Popular se aprovechase del “empujón” que le daba haber ganado y haber salido tan bien parado de las elecciones municipales. Es, las pasadas elecciones municipales, el Partido Popular revalidó muchísimos escaños y se hizo con la victoria en muchísimos municipios.
Entonces un poco la estrategia fue adelantar las elecciones para que todos los partidos políticos tuvieran que armar coaliciones y así poder aprovechar el momento.
Esto fue muy buena estrategia y se demostró que le salió bien, porque ahora Sánchez ha revalidado su presidencia con 179 diputados, que es más de lo que obtuvo en 2020. Y ha obtenido el apoyo de todos los grupos políticos, menos del Partido Popular, que es la derecha conservadora, de Vox, que es la derecha radical extrema derecha, y de Unión del Pueblo Navarro, que es un grupo nacional, El resto de fuentes políticas han revalidado.
Entonces, esta es la circunstancia que tenemos ahora. El plasma, una estrategia política que le sale bien y después de pactar, consigue hacerse con el poder.
EM: Con las elecciones y una nueva presidencia de Sánchez, ¿se puede hablar de una nueva reconfiguración política en España?
AC: Con el tema de la reconfiguración política en España, yo creo que no hablaría de reconfiguración política porque al final los ejes políticos de izquierda a derecha y nacionalismo y no nacionalismo siguen estando muy marcados en España, es unos de los principales ejes que ha movido la competición política desde hace que se instauró la Constitución, entonces yo no hablaría de reconfiguración política.
Lo que sí que hablaría es que en un Estado plurinacional como lo es España, que tiene diferentes nacionalidades y formas de sentir su nacionalidad en todo el territorio, como el caso de Euskadi, Valencia, Cataluña, Galicia y otras tantas nacionalidades, al final este acuerdo político es una demostración de que no se puede gobernar sin la totalidad del país.
Esto demuestra que si hay diversidad política en un parlamento, sea del que sea, no importa que sea el español, el italiano da igual, o sea, todos los parlamentos que representen algún tipo de diversidad política en cuanto al eje nacional, no nacional, vas a tener que enfrentarte o pactar con esos grupos políticos y al final es parte de la democracia, la plurinacionalidad y a diversidad de partidos.
Si habrá cosas de la ley de amnistía o de este acuerdo de la amnistía que pueda ser más o menos controvertidos. Al Final esto ha sido una medida que lo que hace es atenuar las tensiones entre Cataluña y el resto de España y al final a mí me parece un movimiento que aunque sí te va a granjear muchos enemigos, porque a nivel estrategia política, mucha gente que a lo mejor simpatiza con el Partido Socialista o que simpatiza con ciertas cosas puede ver este acercamiento a los partidos nacionalistas como preocupante. Pero yo creo que al final esto solo se ha hecho en un momento concreto.
Ahora es cuando se inicia las conversaciones, al final para que Cataluña vuelva a estar en armonía con España se necesita política, política y política. No puedes legislar o no puedes relacionarte con otros territorios con los que llevas teniendo un problema histórico desde hace años, a golpe de decreto, de juez hago no puedes. No se puede solucionar por la vía judicial algo que es un problema político e identitario, que esto recae y apela mucho a los sentimientos de la gente y a los sentimientos de una parte de la ciudadanía que tiene derecho a sentirse de una manera o de otra.
Esto se ve desde la Ciencia Política, no puedes eliminar los sentimientos de pertenencia o las identificaciones políticas, no los puedes eliminar de golpe y los puedes sacar como si fuera con una cuchara y a tomar por saco, no porque eso se va a enquistar y el problema no se va a solucionar
Este acuerdo ya empezó a dar como sus primeros frutos en el Parlamento catalán cuando hace le dijeron a la CUP que el referéndum unilateral de autonomía ya no era una opción.
EM: Las elecciones en España se volvieron masivas en los medios por las grandes protestas que hubo. ¿Qué implicó tanto movilización de la gente en las calles?
AC: Aquí lo que se vio es que una parte de la sociedad española, que igual que hay una parte de la sociedad catalana, que siente un gran rechazo por identidad española. Por toda la parte estatal que entre comillas y desde su perspectiva les está obligando a quedarse un país al que no quieren pertenecer. De la otra parte pasa exactamente lo mismo, es decir, hay una gran parte de la sociedad española y sobre todo, a raíz del auge de Vox, que reacciona mucho contra todo lo que tiene que ver con sentimientos independentistas y segregacionistas del Estado.
España está planteado como un Estado Plurinacional donde hay comunidades autónomas, es un país que, a pesar de ser una monarquía parlamentaria, tiene una estructura muy parecida a una Federación de Estados, por las competencias que tienes con esas autónomas y por los sentimientos que hay en cada una de esas comunidades.
Entonces el problema es este que Vox se ha alimentado mucho y de hecho uno de los principales motores crecimiento de Vox ha sido desde el primer momento el independentismo catalán. Ha sido la gasolina que ha avivado el fuego de Vox, el independentismo catalán y se transformó en un eje principal de su discurso.
Además de todo esto, estamos viviendo actualmente a nivel político, pero ya no solo en España, sino en general, un clima muy polarizado. Ya lo decía Luis Orriols en un artículo del 2020, que al Final la relación afectiva es algo mucho más complejo porque apela precisamente nuestros afectos a nuestros sentimientos . Aquí es lo que ha pasado, ha habido una parte de la sociedad española que ha reaccionado, que generalmente no se suele ver en la calle.
Esto es una demostración de que sí el problema político sigue aquí de que hay mucha gente que tiene muchas asperezas y va a costar muchos años limarlas, pero si lo queremos enfocar esto desde la perspectiva puramente democrática y basándonos en lo que dice la Constitución y lo que dice la legislación actual lo único a lo que podemos aspirar es a la convivencia y a arreglar estos problemas de manera política.
EM: Con el apoyo que consiguió Sánchez para ser presidente con los partidos autónomos, ¿se puede hablar de una nueva “ola de independentismo”?
AC: Creo que no se puede hablar de una nueva regulación política en España, creo que tampoco se puede hablar de una nueva oleada. Creo que al final el independentismo catalán ha sido de los pocos independentismos que se ha mantenido constante y desde el 2018 subido exponencialmente por el estatuto de autonomía, por el uso político, pero también por el sentimiento poblacional que hay que es mucho más fuerte que en otros territorios.
Yo no consideraría tanto que es como una nueva ola, pero si consideraría que es algo a tener en cuenta como un elemento más de la competición política en España y si queremos tratarlo desde lo que te decía antes del punto de vista democrático y de la competición política sana, hay que entender que eso es algo que forma parte y no podemos pretender eliminarlo por la vía judicial.
EM: Se ha popularizado la imagen de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ¿se puede hablar de ella como una nueva figura que encolumne la oposición de Sánchez?
AC: Aquí hay muchas teorías, muchas conspiraciones, también hay muchas perspectivas. Lo que sí es cierto es que el poder y la personalidad política que tiene Ayuso, es muy importante en el Partido Popular y forma parte de una rama de Partido Popular, quizá más extrema, más apegada a Vox en ciertos aspectos.
Es una figura que se lleva hablando mucho tiempo, que es como la “líder en la sombra” y que es quien va a acabar siendo líder del Partido Popular. Ella sería relativamente bien recibida a pesar de ser una mujer por todo lo que ha hecho en Madrid, porque es el adalid de la libertad en el Partido Popular, porque no ha tenido reparos en pactar con Vox cuando ha habido que hacerlo, porque tiene muy claro cuál es su perspectiva y porque sabe perfectamente lo que hace.
Es un tipo de líder que funciona así, es mucho más personalista y tiene mucho más carisma y un recorrido político que la pueda avalar detrás, ¿acabará siéndolo? No lo sé. Probablemente, depende de las consecuencias que tenga esto para el PP a corto, medio plazo y de cómo gestionan todo lo que está por venir, porque sí que es cierto que ahora mismo hay mucha tensión y se puede palpar y hay que tener cuidado con cómo se gestiona tanto, por un lado, como por el otro.
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Ariana Castro: Graduada en Ciencias Políticas y especializada en Marketing y Comunicación, ha generado un especial interés en la divulgación científica, tanto de política general como especializada en ámbitos concretos como son Japón, la derecha radical y los derechos LGTBIQ+. Escribe en Politólogos al Whisky desde 2020 y para otros medios especializados en Ciencia Política y divulgación.
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