El próximo 10 de diciembre se realizará el traspaso de presidencia en Argentina, y con ello, la llegada de una nueva gestión en el Ministerio de Defensa y en las altas esferas de las Fuerzas Armadas. En este ámbito, esta nueva administración tendrá un desafío importante: tomar las riendas de una política que, en los últimos años, ha sido marcada por un presupuesto limitado por situaciones macro económicas de Argentina e internas de la esfera, lo que que ha derivado en la falta de capacidades. Pero a su vez, se han implementado políticas que han tenido un impacto positivo.
No volver a cero
Uno de los desafíos para las próximas autoridades ministeriales y castrenses será que no se vuelva a foja cero: En el ámbito de la defensa la estabilidad y continuidad de políticas son esenciales, ya que las repercusiones de las misma tienen un impacto a largo plazo y no al corto. A diferencia de otras aéreas del estado, la planificación y un rumbo estratégico exige que se marque un rumbo ya que su retroceso podría siginifcar una pérdida de tiempo y recursos valiosos.
Es importante que la próxima gestión pueda aportar su impulso, realizando un análisis profundo y superador de las políticas actuales, identificando a su vez aéreas de mejora y ajustes necesarios teniendo una visión clara de los desafíos presentes y futuros que enfrente el país. Pero es también esencial que se avance sobre las modificaciones necesarias, discutir el presupuesto y avanzar sobre las cuestiones que fueron positivas en la actual gestión.
Presupuesto
Es imprescindible tomar y discutir un presupuesto que sea acorde a la necesidad que tienen las Fuerzas Armadas de Argentina. A lo largo de los últimos cuatro años, se ha sostenido oficialmente que se está impulsando y mejorando el ámbito de la defensa, pero la realidad del día a día demostró como las limitaciones presupuestarias han sido un impedimento constante. A pesar de los esfuerzos declarados, se han experimentado problemas significativos debido a la falta de fondos, lo que ha impactado directamente en la planificación y ejecución de actividades operativas.
Aunque se ha afirmado que se avanzó en la incorporación de nuevo material y mejoras en las tres fuerzas, la falta de recursos ha sido un obstáculo que aún está lejos de salvarse. Problemas como la escasez de combustible y el racionamiento han afectado la capacidad de realizar ejercicios, comprometiendo la preparación y operatividad de las fuerzas armadas. Esta situación se ha agravado especialmente en la segunda mitad del año, con fondos más que escasos, limitando seriamente las actividades previstas.
En cuanto a los insumos, especialmente las municiones, a pesar de las afirmaciones sobre mejoras sustanciales, la capacidad de las fuerzas armadas sigue siendo excesivamente baja. Es fundamental mantener y mejorar el Plan de Adquisición de Munición Plurianual (PAMP) para garantizar la disponibilidad de reservas de munición con el objetivo de impulsar la utilización de fuego real en los ejercicios para mejorar la preparación y eficacia de las fuerzas armadas bajo situaciones operativas reales. Una falta de inversión adecuada en insumos y adiestramiento significan comprometer la capacidad de respuesta ante desafíos emergentes.
Capacidades
A pesar del ahínco oficial por destacar mejoras en las capacidades de las Fuerzas Armadas de Argentina, la realidad presenta un escenario donde, según los análisis preliminares, las capacidades militares han experimentado cambios mínimos desde su estado inicial. Estas evaluaciones detalladas se plasmarán en un próximo anuario, espacio donde desmenuzaremos las capacidades ganadas y perdidas de cada una de las fuerzas en cuestión.
En términos generales, se observa que las fuerzas armadas argentinas han mantenido una estabilidad relativa en cuanto a sus capacidades. Sin embargo, la falta de incorporaciones sustanciales de recursos estratégicos y tecnológicos ha generado cierta preocupación en cuanto a la aptitud para hacer frente a un entorno geopolítico en constante evolución.
La incorporación de material de uso dual y de segunda mano ha sido una tendencia notoria en los últimos períodos, constituyendo la principal forma de expansión de los recursos disponibles. Esta estrategia, si bien proporciona cierta actualización en términos de equipamiento, plantea interrogantes sobre la eficacia y la sostenibilidad a largo plazo de las fuerzas armadas argentinas.
Política en materia salarial
Un aspecto fundamental que ha caracterizado a las Fuerzas Armadas de Argentina es su política en materia salarial y equiparación, la cual ha sido objeto de análisis y reconocimiento. Un punto destacado para la influencia positiva que esta política ha tenido en la moral de las Fuerzas Armadas, pero que a la vez que se compite con el ámbito privado, dificultad global que se da mayormente en fuerzas occidentales. Aspecto que también ha permitido de alguna manera la retención de personal calificado. De todas formas, está equiparación ha sido una bocanada de aire en las cuentas militares.
Planificación
En términos de planificación, la evolución significativa en los últimos años ha sido evidente en las Fuerzas Armadas de Argentina, con la implementación de Ciclos de Comprobaciones y un plan integral de desarrollo de capacidades militares. Este enfoque estratégico ha establecido un marco sólido que es crucial para la eficacia operativa y que ha contribuido a la creación de un entorno conjunto cohesivo que debe mantenerse y fortalecerse.
En un país donde los recursos y capacidades no son abundantes, la importancia de la colaboración y coordinación entre las distintas ramas de las Fuerzas Armadas se vuelve fundamental. La noción de que el trabajo conjunto es clave para el avance continuo se ve respaldada por la experiencia y las lecciones aprendidas en el conflicto de las Malvinas, como señaló el Teniente General Juan Martín Paleo. La coordinación efectiva en el ámbito conjunto no solo optimiza los recursos disponibles, sino que también genera una sinergia virtuosa que potencia las capacidades de manera significativa.
En este contexto, la planificación estratégica se erige como un pilar esencial para abordar las necesidades y desafíos específicos que enfrenta Argentina. La capacidad de anticipar y responder de manera efectiva a las amenazas y contingencias requiere una planificación cuidadosa y una implementación coherente.
Es crucial destacar que el enfoque en la planificación y el trabajo conjunto no solo se limita a aspectos operativos, sino que también abarca la modernización de equipos y tecnologías. La inversión en tecnología de vanguardia y la adaptación a las tendencias emergentes son elementos clave para garantizar que las Fuerzas Armadas estén bien equipadas y sean capaces de hacer frente a las complejidades de la seguridad contemporánea.
La próxima administración
Para finalizar, en los últimos años, la política de defensa en Argentina ha estado marcada por promesas que, lamentablemente, no se han materializado debido a cuestiones internas y dificultades macroeconómicas. Esta situación ha dejado a las Fuerzas Armadas en un estado de incertidumbre, afectando la moral y generando la necesidad de una planificación seria y efectiva para el futuro.
Es fundamental que la próxima administración aborde estas cuestiones de manera integral, generando un marco estratégico que no solo promueva la adquisición de nuevos medios y elementos básicos, sino que también impacte positivamente en el aspecto moral y personal de los miembros de las fuerzas armadas. Esto no solo contribuirá al bienestar de los individuos que sirven en estas instituciones, sino que también incidirá en la eficacia y eficiencia de las misiones que llevan a cabo.
Además, es crucial destacar la importancia de mantener políticas de estado en materia de defensa. Evitar fluctuaciones bruscas y mantener una continuidad en las estrategias y compromisos en esta área es esencial para garantizar la estabilidad y la defensa del país.
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Esperemos que no se tire por la borda cualquier cosa que haya significado un avance de la gestión saliente por parte de la entrante por el solo hecho de que lo hizo el de la “vereda del frente”…
Totalmente de acuerdo. Y espero que no piensen solo en poner huevos en una sola canasta. Espero q dinamar a mo transfiera lis f 16 seleccionados y espero q no dejen de lado la oferta china porq no es en dolares a pagar dentro de unos añis bano interes y a cambio de productos argentinos.
No concuerdo respecto a que existiría estabilidad relativa en cuanto a las capacidades de las Fuerzas cuando el mantenimiento es mínimo, tendiendo a cero y como dice el artículo, no hay combustible ni racionamiento suficiente. Una capacidad existe cuando los sistemas de armas son operacionalmente confiables y eso implica que el sistema cuenta con confiabilidad humana (competencias), confiabilidad de procedimientos (nivel de adiestramiento), confiabilidad de equipos (la mayor parte del equipamiento no es confiable, en función de la tasa de fallas) y soportabilidad (que el sistema permita que los equipos sean confiables, el personal tenga las competencias, se adiestren los sistemas y cuenten el sostenimiento necesario para ejecutar una operación limitada en tiempo y espacio). Si esto no existe en conjunto, no hay capacidad.
Pueda ser se asigne el presupuesto adecuado porque las FAA lo necesitan, que sea de menor a mayor aunque sea y que el ministro sea idóneo y perteneciente a la fuerza….
Esperemos ver qué pasa, ya que si tenemos en cuenta que piensa paralizar cuestiones como obra publica, veremos si Milei considera que invertir en defensa no es un gasto a recortar. Quiere ajustar a como de lugar y, como ya es habitual, la defensa suele ser un ítem a recortar. Esperemos que no sea así.
Por 1 vez desde la guerra de Malvinas vamos a tener un gobierno que ponga a las fuerzas Armadas al mismo nivel que la región palabras de la vice electa villaruel !!
Los aviones y los submarinos, por favor basta de vueltas, necesitamos un avance sustancial.